Terapia Floral
La terapia floral, es una aplicación sobre todo ser vivo y con fines terapéuticos de esencias florales silvestres cuyas propiedades benéficas y equilibradotas emocionales y mentales fueron descubiertas en 1928 el Dr. Edward Bach cirujano, bacteriólogo y homeópata inglés. La Organización Mundial de la Salud ha subrayado su inocuidad y ausencia de efectos perjudiciales para la salud en 1984 incluyéndola en su informe de medicinas no tradicionales.
Dentro de lo que se entiende por medicinas no tradicionales se la considera como de tipo energético o vibracional ya que su acción terapéutica no se basa en el principio activo desde un punto de vista farmacológico o fitoterapéutico. Tampoco puede ser considerada como producto homeopático ya que no tiene las restricciones de este.
La Terapia Floral, colabora en el equilibrio de emociones, estados mentales y defectos de personalidad tales como la ira, la tristeza, los miedos, inseguridad, intolerancia, impaciencia, irritabilidad, baja autoestima, influenciabilidad, sometimiento, indecisión, apatía, cansancio, desmotivación, traumas, aislamiento, envidias, culpa, desesperanza, rencor, posesividad, autoritarismo, entre otras muchos estados que afectan al ser humano del modo habitual. Aunque también puede usarse con animales y plantas.
Al no ser medicamentos las flores pueden ser tomadas por todos, bebés, ancianos, embarazadas. Carecen de efectos secundarios y contraindicaciones y no hay posibilidad de sobredosificación. Son totalmente compatibles con cualquier tratamiento o terapia, tanto complementaria como de la medicina tradicional.
El principio que define a la Terapia Floral es el desarrollo de la virtud opuesta al defecto que da origen a ese desequilibrio emocional que desembocan con el tiempo en enfermedades o disfunciones diversas. Las flores contribuyen a lograr el equilibrio de cuerpo, emoción, ment y alma para así alcanzar un crecimiento personal.